No tenemos que saber como hacer algo para ser capaces de hacerlo. Aprendimos a caminar, a correr, a jugar a la pelota y a andar en bicicleta sin que nos dieran instrucciones....JW

domingo, 31 de enero de 2010

Buenas Compañías: "Los Amigos"


Leyendo un libro de un gran contador de cuentos como es Jorge Bucay, me encontré con este, que me recordó lo importante que ha sido para mi vida, contar con redes de apoyo fuertes y permanentes y, que tan importante como buscar y encontrar los espacios en soledad para disfrutar de la armonía interna, es encontrar compañeros de vida, que nos acompañen en nuestro caminar. Hace algunos años, comprendí la importancia de elegir adecuadamente a quienes caminan a mi lado, y tuve que dejar en el camino, a muchos, que diciéndose amigos, solo quitaban mi energía y generaban en mi mucho desgaste, buenas personas, pero, eran compañeros de vida de otras personas. A todos mis amigos, elegidos con mi corazón, a los amigos que estoy por conocer y con los que alguna vez me reencontraré, les comparto esta historia.

Un hombre es atrapado por una terrible tormenta de viento y lluvia mientras atraviesa el desierto. Ciego de rumbo y luchando contra la arena que le lastima la cara, avanza con gran dificultad tirando de las riendas de su caballo y controlando de vez en cuando a su perro. De pronto, el cielo ruge y un rayo cae sobre los tres matándolos instantáneamente.

La muerte ha sido tan rápida y tan inesperada que ninguno de ellos se da cuenta, y siguen avanzando, ahora por otros desiertos, sin notar la diferencia. En el cielo la tormenta se disipa y rápidamente un sol abrasador empieza a calentar la arena, haciendo sentir a los caminantes la urgencia de reposo y agua.

Pasan las horas; nunca anochece. El sol parece eterno y la sed se vuelve desesperante. De pronto el hombre ve, un ojo de agua, palmeras, sombra, y los tres corren hacia allí. Al llegar, descubren que el lugar esta cercado y que un guardia cuida la entrada, debajo del portal hay un cartel que dice:

Paraíso

El viajero pide permiso para pasar a beber y descansar y el guardia contesta:

"Tú puedes pasar, desconocido, pero tu caballo y tu perro deben quedar fuera.

Pero ellos también tienen sed y además vienen conmigo dice el hombre.

Te entiendo contesta el guardián, pero este es el paraíso de los hombres, y no pueden entrar los animales. Lo siento."

El hombre mira el agua...... y la sombra. Esta agotado y sin embargo...

Así no dice.

Toma las riendas de su caballo, silba a su perro y sigue andando.

Unas horas, unos días, unas semanas mas tarde, el grupo encuentra un nuevo oasis. Al igual que el otro, esta rodeado de una cerca; al igual que aquel esta custodiado por un guardia. Hay un cartel.

Paraíso

"Por favor dice el hombre, necesitamos agua y descanso.

Claro adelante dice el guardia.

Es que yo no entrare sin mi caballo y sin mi perro advierte el hombre.

Claro. A quien se le ocurre. Todos los que llegan son bienvenidos contesta el guardia."

El hombre se lo agradece y los tres corren a hundir su cara en el agua fresca.

Pasamos por otro "paraíso" antes de llegar aquí dice el viajero, después de un rato, pero no me dejaron entrar con ellos....

Ah, si... dice el guardia. Ese lugar es el infierno.

Pero que barbaridad se queja el hombre, ustedes deberían hacer algo para sacarlos del camino al Paraíso.

No le aclara el hombre vestido de blanco, en realidad nos hace un gran servicio. Ellos evitan que lleguen hasta aquí los que son capaces de abandonar a sus amigos...

Siempre diré

"Que nadie llega muy lejos sin el amor de otros"
“Que nadie llega a ningún lado olvidándose de los demás"

A mis Amigos un Abrazo,
Clau