No tenemos que saber como hacer algo para ser capaces de hacerlo. Aprendimos a caminar, a correr, a jugar a la pelota y a andar en bicicleta sin que nos dieran instrucciones....JW

lunes, 26 de diciembre de 2011

TRASCENDIENDO LAS POLARIDADES: “SENTIR Y PENSAR”


Comience este 2012 totalmente renovado y llevando las riendas de su vida.

El taller está dirigido a personas que tengan la inquietud de integrar su sentir con su pensar y su imagen personal, logrando el bienestar y equilibrio interno, mediante el autoconocimiento de la estructura psíquica, a partir de donde surge tanto el equilibrio interno y las motivaciones humanas, como las tensiones y conflictos. El objetivo es que cada persona entienda el ciclo de la vida en que está y aprenda a usar la información del inconsciente para determinar los cambios que le permitirían mejorar la calidad de sus relaciones y de su vida actual. El Taller considera:

- Conocer los fundamentos del Coaching Integral, la Sicología Jungiana y la estructura de la Psique.
- Identificación con la máscara que representa su imagen personal, su cuerpo y su estilo de personalidad.
- Identificar su tipo sicológico para establecer nuevas estrategias comunicacionales.
- Identificar las etapas de la vida, el proceso de individuación y el impacto de la crisis de la mitad de la vida.
- Utilizar el Potencial del Inconsciente a partir de:
- Conocer el poder creativo y reflexivo del ciclo menstrual femenino.
- Develar los mitos de la sexualidad en la edad mediana.
- Conocer y contactar su lado sombrío.
- Desarrollar actitud onírica para utilizar la información de sus sueños.
Taller desarrollado por:

Claudia Jaramillo T, Coach Corporativo Integral, certificado por la International Coaching Community (ICC). Diploma en Sicología Jungiana en la Universidad Católica de Chile. Curso “Trabajo con sueños en psicoterapia”, en la Universidad de Chile. Diplomada en Hipnosis Eriksoniana en Inpact y Master Practitioner en PNL en la SCPNL.

Fecha: 14 y 15 de enero de 9:00 a 19:30 horas.; 11 y 12 de Febrero y 24 y 25 de Marzo.
Lugar: Julia Bernstein 518, La Reina.
Informaciones: Claudia Jaramillo Tel Cel 56-2-(9) 825.66.90
Email: claudia.jaramillo@antaram.cl

sábado, 12 de noviembre de 2011

El Espíritu Emprendedor: Nada Puede Detenerte


Nada puede detenerte
por que eres un ser unico e irrepetible
por que gozas de una inteligencia y sabiduria ilimitadas
por que tu creatividad es explosiva
por que sabes quien eres
por que todo gira a tu favor
por que las llaves que todo lo abren se llaman diciplinca y pasion
por que crees en ti
por que deseas ser feliz
por que la realidad nace en tu mente
por que quieres crecer
por que pasaste de la intencion, a la accion
por que eres mas fuerte que tus miedos
por que llego la hora de actuar
por que este es el mejor momento para volver a empezar
por que eres un atrevido
por que la grandeza nacio contigo
por que pretendes imprimir tu propio sello
por que es divertido
por que el brillo de tus ojos tambien lo esta gritando
por que tus manos son fuertes
por que tu fe te abraza todos los dias
por que lo imposible no existe solo cuesta un poco mas de trabajo
por que haces la diferencia
por que ambicionas cambiar las cosas
por que cada dia construyes tu propia historia
por que no mereces menos
por que tu fuerza de voluntad crece extraordinariamente
por que tienes muchas ganas
por que puedes verlo realizado, y los demas no
por que te hace sentir bien
por que tienes una actitud poderosa
por que eres libre
por que no te permites bajar la guardia
por que es tu responsabilidad
por que mientras el mundo duerme, tu sigues creando
por que estas inspitado
por que echaste de tu vida, la indecicion
por que tu sangre esta caliente
Nada puede detenerte...

Mariano Osorio

martes, 1 de noviembre de 2011

Estilos conductuales: ¿Sabe cuál es el estilo de sus dirigidos y cuál es la forma más efectiva de comunicarse con ellos?


¿Cuántas veces ha escuchado discusiones entre los integrantes de su equipo, y cuando pone atención en el fondo de la conversación, tiene la sensación que están diciendo lo mismo, pero cada persona está enfocada a defender su perspectiva y pareciera –de esta forma- que lo que están discutiendo es distinto y tienden a defender sus propias ideas y a atacar las del interlocutor?...

Pareciera que no nos gusta que nos discutan, menos cuando creemos tener la razón. El punto es, ¿qué pasa si yo le dijera que ambos tienen la razón y lo que usted debe hacer, es mostrarles que están hablando de lo mismo, sólo que poniendo los énfasis en distintos aspectos?

Lo que ha sucedido posiblemente, es que están conversando personas que tienen estilos conductuales distintos y esto genera dificultades a la hora de entenderse y llegar a acuerdos. Estas actitudes surgen del temperamento de la gente, que es el rasgo descriptivo del estilo de actuar, es hereditario y que constituye un componente estable de nuestra personalidad, por lo tanto, nos distingue de los demás como únicos e irreemplazables.

Los estilos conductuales es la forma como nos comportamos los seres humanos y éstas se generan a partir de ciertas tendencias preferentes, de acuerdo a nuestra dominancia cerebral y desarrollo de nuestra estructura psíquica a lo largo de la vida. En la medida que tenemos mayor autoconocimiento de este estilo, podemos ser más efectivos, incidiendo directamente en la calidad de nuestras relaciones interpersonales. Asimismo, cuanto más claro tengamos el estilo de los otros en cualquier contexto en que debamos coincidir con grupos humanos, más fluida y efectiva será nuestra comunicación, dado que podremos emplear técnicas para poder hablarles en su propio idioma, evitando las resistencias naturales que surgen cuando la gente escucha cosas que no logra comprender.

En el contexto organizacional, la identificación de estilos es uno de los aspectos claves de los equipos efectivos, ya que a partir de este conocimiento, surgen las confianzas requeridas para que las personas sepan cómo lograr acuerdos en forma rápida, sin perder energías en relaciones desgastantes. Identificar los estilos, le permite al equipo, desarrollar un lenguaje común que facilite la identificación de las preferencias y estilos de los integrantes del grupo, para poder asumir los roles de acuerdo a estas tendencias naturales y lograr perspectivas más completas e integrales al instante de resolver conflictos, generar y decidir alternativas. Finalmente, les posibilita generar estrategias para comunicarse en forma efectiva entre estilos.

Para conocer el estilo personal y del resto del equipo, existen test que determinan la tipología de personalidad y, en base a ésta, se establecen las tendencias preferentes que utilizan las personas y que determinan sus comportamientos y conductas. Los test son contextuales, por lo tanto, altamente dependientes del entorno donde la gente se desenvuelve y del rol que desempeña. Es importante saber que esta clase de test, describe preferencias, y no destrezas o habilidades, y todas las preferencias son igualmente importantes, por lo tanto, no existen estilos mejores que otros, sino que más bien, hay diversas estrategias para comunicarse mejor entre estilos, particularmente aquellos que son opuestos.

Uno de los test de mayor confiabilidad y validez aplicado en la actualidad, es el MBTI (Myger Briggs Test Indicator). El instrumento fue creado por Katherine Briggs e Isabel Myers, quienes se basaron en la teoría de los Tipos Sicológicos de Carl Jung, psiquiatra suizo y psicoanalista, que estudió durante muchos años el comportamiento humano.

Esta teoría plantea que las personas utilizamos ciertas funciones de conciencia para interactuar en el mundo externo. Estas funciones se relacionan, por una parte, con la forma cómo recogemos información, y las maneras de llegar a conclusiones y, por otra parte, identifican cómo usamos la energía y cómo nos relacionamos con el mundo exterior.

Desde la perspectiva de cómo almacenamos la información, podemos ser Sensoriales (S), es decir, usar los cinco sentidos, poniendo atención en las cosas concretas y las características de los objetos y personas o ser Intuitivos (N), empleando el sexto sentido, centrándose más en el uso de la intuición, las asociaciones y el pensamiento más abstracto y metafórico. Desde la perspectiva de cómo llegamos a conclusiones, algunas personas son de Pensamiento (T) y evalúan en base a hechos específicos, usando la lógica y la razón; y otras son de Sentimiento (F) y ponen la atención a las respuestas emocionales, aplican una evaluación valórica y se centran en las personas. Desde la perspectiva de cómo usamos la energía, existen personas Extrovertidas (E), que tienen la energía puesta fuera de sí mismos y requieren de mayor interacción con el medio externo y personas Introvertidas (I), que tienen la energía puesta dentro de sí mismas y son más reflexivas, requiriendo de menos interacción con el medio externo. Finalmente, desde la perspectiva de cómo nos relacionamos con el mundo exterior, hay personas que tienden a ser más Juiciosas (J), que viven la vida de manera planificada, ordenada y estructurada y personas Perceptivas (P), que viven la vida de forma flexible y van paso a paso.

Todas estas funciones están presentes en cada ser humano, pero no se desarrollan en la misma proporción. Existe una Función Superior que es la que predomina en forma natural y que está más desarrollada; otra secundaria, de la cual tenemos conciencia y utilizamos cuando necesitamos apoyar a la primera. Una tercera, muy poco desarrollada y poco consciente para nosotros y una Inferior, la cual prácticamente no está desarrollada y normalmente es tan inconsciente que podríamos creer que no es parte de nosotros.

Lo anterior, explica el porqué las personas pueden comportarse de distintas formas frente a los mismos estímulos, ya que cada cual utilizará su función principal y ésta, muchas veces, es opuesta a nuestros interlocutores, por lo tanto, cada cual se comunicará desde su perspectiva preferente. Por ejemplo, imagine una jefatura sensorial y un colaborador intuitivo; el jefe le solicita algo y explica excesivamente, dando muchos detalles, que el colaborador interpreta en sus diálogos internos como un “jefe latero” que repite, reitera un montón de veces lo mismo y –seguramente- pensará que no entiendo a la primera, y lo que sucede es que un sensorial requiere mucho detalle para comprender y cree que todo el mundo funciona igual, pero un intuitivo, tiene la capacidad de asociar ideas y comprender con mucho menos información. Imagine ahora la situación al revés, si un jefe es Intuitivo le explica algo a un colaborador sensorial, va a traspasarle ideas generales, explicará con asociaciones del tipo, “mira esto es más o menos lo mismo que hicimos esa vez que...” y con eso, él creerá que la persona entendió claramente lo que le está solicitando. Por su parte, el colaborador sensorial, tratará de entender, pero como no funciona desde la asociación, quedará con la sensación que su jefe es “tan poco claro y específico”, y nunca explica en concreto qué es lo que realmente necesita y presupone, además, que quizás ni siquiera lo tenga muy claro. En esta última situación, aparte se genera un conflicto subterráneo de creer que el jefe podría no ser muy competente, porque no sabe explicarse bien.

Otro ejemplo para dimensionar el impacto de estos estilos, es confrontar a un estilo Pensamiento con uno de Sentimiento. Suponga que usted es un líder estilo Pensamiento y viene un colaborador de Sentimiento a explicarle una situación con un cliente, que requiere de su apoyo. La persona inicia una conversación donde le cuenta lo que el cliente le dijo, lo que ella o él sintió con lo que escuchó, lo mucho que se molestó porque sintió que no era justo, etc., etc…a esa altura usted no habrá entendido nada y la pregunta que surgirá con un poco de ansiedad es: “Dime por favor, ¿cuál es el tema, de qué estamos hablando?, ¿cuál es exactamente el conflicto? Su colaborador -acto seguido- lo mirará con cara de ´”no puedes ser tan insensible, cómo no entiendes”. Y usted lo volverá a mirar con cara de ¿y? Es el típico caso en que un estilo pensamiento para poder resolver y apoyar, necesita los hechos concretos que están en juego y que alguien le diga lo mal que se sintieron, ellos no definen el problema, ya que su forma de evaluar es en base a hechos no a sentimientos de los que participaron en los hechos.

Imagine ahora, que usted es una persona introvertida y un compañero extrovertido le pide una opinión sobre algo. Usted escuchará y con dificultad entenderá, porque oirá muchos datos simultáneos dichos en forma muy rápida, acelerada y en cuanto termine de exponer estos datos, escuchará un y entonces, ¿qué crees? Y esa persona esperará que usted rápidamente le dé una opinión. Esto no va a suceder, porque usted como introvertido, estará recién tratando de ordenar la información para comprenderla, después la reflexionará y –finalmente- irá evaluando y correlacionando para poder tener una opinión. Esto requiere tiempo y, a esas alturas, su interlocutor estará desesperado tratando de entender por qué se demora tanto en dar una opinión, y sus preguntas serán: Y, ¿qué crees?, ¿por qué no opinas?... Y usted internamente pensará, por qué no se calla un rato, cómo quiere que piense, si no para de hablar...

Finalmente, imagine que usted es una persona Juiciosa, súper organizada, planificada y programa todo con anticipación porque no le gustan las sorpresas de última hora, “necesita tener todo bajo control”, y su pareja es Perceptiva, que pareciera no tener mucho sentido de urgencia, más bien relajada y que va paso a paso avanzando en la medida que se dan las cosas. Usted le ha pedido que organice sus vacaciones y cuando le pregunta cómo va, ella le dice: ¿cómo voy con qué?, cuando logre conectar el tema, le dirá: aun no lo veo, pero tranquilo(a), todavía hay tiempo y todo saldrá bien. Usted escucha esas palabras y siente que el mundo se detiene, no puede creer cómo puede ser tan irresponsable, y cómo puede importarle tan poco y se molesta. Lo que usted posiblemente no ha considerado, es que los perceptivos no necesitan programar las cosas, resuelven los temas en la medida que surgen y funcionan bajo presión, por lo que en el último momento consiguen coordinar todo lo que a usted posiblemente le tomaría mucho tiempo. Por otra parte, si quiere tener un itinerario exacto de sus vacaciones, no le pida a un Perceptivo que se haga cargo, porque es el tipo que el día antes estará buscando su pasaporte y se enterará que lo tiene vencido. Tome sus precauciones y evite los riesgos.

¿Cuántas veces se ha visto enfrentado a situaciones como éstas, sin tener idea que su origen está basado en los diferentes estilos conductuales?
Conocer el estilo de las personas con las que se relaciona, es clave para poder establecer estrategias comunicacionales adecuadas, y minimizar los conflictos potenciales, por lo tanto, todo equipo que quiera ser efectivo, debe contar con esta información. Asimismo, es importante que los integrantes de los equipos, tengan claro que estilos similares si bien son socialmente más atractivos, y se llevan mucho mejor, no siempre son un buen complemento, ya que tienden a ver lo mismo, en tanto que los estilos opuestos, son absolutamente complementarios y si bien son relaciones más complejas, tienden a ser muy efectivos porque logran construir una visión mucho más completa de las situaciones.

En definitiva, el test MBTI y su tipología de personalidad le permiten:
• Entenderse a usted misma(o) y sus conductas.
• Valorar a otros para hacer uso constructivo de las diferencias, aproximándose a los problemas desde distintas perspectivas.
• Comunicarse más efectivamente con jefaturas, compañeros y colaboradores.
• Comprensión de los aportes de cada persona y su estilo al equipo, aprender a trabajar con los estilos opuestos y lograr un balance del equipo.

No conocer los estilos de sus dirigidos es como tratar de guiar un barco sin brújula. Las interacciones humanas cada día son más determinantes en la consecución de resultados; ya no se requiere colaboradores que estén haciendo cosas, sino que consigan resultados y, para esto, es necesario un cambio profundo en la forma de dirigir personas basadas en la gestión de talentos naturales. Una mayor complejidad implica liderar a las nuevas generaciones, quienes se enfocan en lo que les resulta más natural hacer y desechan aquello que requiere mucho esfuerzo en forma intuitiva, estas generaciones vienen alineadas con sus propias capacidades y talentos naturales, apoyadas además por la tecnología, por lo tanto, si usted no consigue comunicarse con sus dirigidos en sus propios estilos, será muy difícil poner en movimiento a sus equipos para lograr que las cosas sucedan, que es lo que se espera de usted.

¿Tiene claro el estilo de su equipo?, ¿el suyo? ¿Cree que si tuviera esta información podría lograr mejores resultados por parte de su equipo? ¿Tiene claro cuántos de los conflictos que hoy tiene, están siendo influenciados por diferencias de estilos? ¿Qué hará para obtener esta información de su equipo?...

viernes, 2 de septiembre de 2011

Enfermos de la Voluntad: ¿Qué nos impide avanzar hacia las metas?


Hace algunos días durante una actividad, escuché al integrante de un equipo, expresar muy molesto lo siguiente: “este señor esta enfermo de la voluntad, no logra adaptarse a los nuevos procesos, dice que la organización lo tiene desmotivado y no cumple ni con el mínimo requerido, alguien debería hacer algo, como es posible que la improductividad no tenga consecuencias”.

Inicialmente no comprendí a que se refería con la expresión “Enfermo de la Voluntad”, poco después, fui capaz de dimensionar el mensaje implícito en la expresión, y realmente me pareció muy poderoso como una buena metáfora para definir el estado en el cual puede entrar una persona, cuando no percibe el sentido de lo que hace y no es capaz de conectarse con las ganancias y motivaciones personales. El resultado es vivir o “sobrevivir” en una zona cómoda, a partir de la cual, movilizar a las personas se convierte en una tarea titánica para padres, lideres, jefaturas, etc. Sólo la voluntad del cambio, permite mantenerse en constante adaptación y algunas personas por diversas razones, pierden esta voluntad que es el motor de la motivación.

Etimológicamente, la palabra voluntad proviene del latín “voluntas”, que tiene como significado: “QUERER”. La voluntad es la capacidad de los seres humanos que les mueve a hacer cosas de manera intencionada, es la facultad que les permite gobernar sus actos, decidir con libertad y optar por un tipo de conducta determinado. La voluntad es el poder de elección con ayuda de la conciencia.

La base de toda libertad es usar la capacidad de elegir, asumiendo la responsabilidad por los actos realizados y sus consecuencias positivas o negativas. En la medida que seamos conscientes de estas elecciones y seamos capaces de cumplirnos a nosotros mismos, en esa misma medida seremos capaces de cumplirle a los demás, no se puede dar lo que no se tiene para si mismo, como no se puede llegar mas allá de donde hemos llegado, por lo tanto, asumir la responsabilidad de generar las propias motivaciones individuales, es una tarea personal e interna que surge mas fácilmente, en aquellas personas que han entrenado la voluntad y la utilizan como una manifestación de la fuerza interna que permite lograr lo que queremos y perseverar en los anhelos.

Cuando pienso en como interviene esta voluntad en los contextos organizacionales, tiendo a ver que la mayoría de las fuentes de improductividad tienen en su base, la falta de voluntad de las personas, que justifican esta ausencia con fallas de la organización, jefaturas “cero aporte”, compañeros que no entienden nada y no cumplen sus compromisos, falta de claridad de objetivos, etc. Paradojalmente, lo que muchas veces escuchamos en las sesiones de coaching, son grandes intensiones y buenos intentos por lograr metas, pero que muchas veces no provienen de una motivación personal, por lo tanto, estos “intentos” se traspasan a un plan de acciones y buenas intensiones que nunca llega a ejecutarse, responden mas bien, a lo que creen que la organización espera de ellos. Y cuando, uno pregunta, que pasó que no hiciste lo que dijiste que harías, las respuestas son del tipo, no he tenido tiempo, creo que ya no es necesario, tengo que redefinir el objetivo, las cosas cambiaron y ya no tiene sentido, o la mejor de todas, ummm me había olvidado de “tu plan”.

En este escenario yo me pregunto ¿Qué hace que un mal jefe detenga mi desarrollo?, ¿Cómo puedo permitir que alguien externo a mi, decida lo que quiero lograr? ¿Para que defino planes de acciones de cosas que no voy a hacer? Y lo mas importante ¿Qué quiero y que me impide lograrlo?.

La voluntad es clave, las organizaciones están llenas de personas que tienen muy buenas intensiones, pero si estas no se materializan y se convierten en acciones concretas, creativas y que aporten valor, no son mas que un gasto de energía innecesario. ¿Cuantas veces al día se encuentra pensando en las muchos obstáculos que le impiden que usted cumpla con sus actividades? y ¿cuantas al veces al día se encuentra buscando soluciones para superar esos obstáculos? Tendemos a quedarnos del lado del problema mas que de las soluciones y en este punto, lo que surge como posibilidades son una lista de explicaciones del porque las cosas no suceden, y cuando las cosas no suceden la desmotivación hace su magistral entrada. Sin voluntad, no hay avance posible, no hay logro.

El aspecto central de la ausencia de voluntad en las organizaciones, se traduce en la generación de fuentes de improductividad. Muchas de las fuentes de improductividad, si no todas, que se viven en las organizaciones, están basadas en creencias limitantes que inciden en los comportamiento de las personas y en sus desempeños tanto individuales como grupales. Algunas personas perciben que el ambiente es mucho mas poderoso que sus influencias y dejan de perseverar para evitar conflictos. Sienten que no tienen poder para construir soluciones y resolver estos conflictos y relegan su creatividad a un segundo plano que sistemáticamente va castrando el potencial y va generando la insatisfacción. Nuestra cultura tiende a evadir los conflictos y se olvidan que una cuota razonable de disenso es clave para que se genere la tensión creativa a partir de la cual las motivaciones surgen. Discrepar es clave, porque permite ampliar las perspectivas y abarcar espacios creativos motivadores.
Para que pueda identificar como esta falta de voluntad puede estar afectándolo(a) en su propia satisfacción y bienestar, revisemos las principales fuentes de improductividad de las empresas y saque sus propias conclusiones.

1. ¿Tiene claros sus objetivos, estrategias y plan de acción?. Muchas personas creen que los objetivos, estrategias y planes de acción son responsabilidad de las jefaturas y los altos niveles organizacionales y ante la ausencia explicita de estos elementos básicos, desempeñan actividades que no tienen ningún sentido y que no aportan en las metas organizacionales. Posiblemente coincida con usted en que debería ser la primera responsabilidad de los lideres establecer al menos los objetivos corporativos, pero si esto no ocurre, ¿cree que es factible que usted pueda lograr metas si no sabe hacia donde debe orientar sus esfuerzos?. Es algo así como tratar de llegar a algún lugar con un mapa de ruta pero sin una brújula. Si esto lo(la) identifica, ¿qué esta esperando que suceda?, ¿Cómo logrará objetivos y se sentirá satisfecho(a)?, ¿prefiere justificar el porque no esta cumpliendo o correr el riesgo de definir objetivos y proponerlos?.

2. Intentar. Los intentos son declaraciones anticipadas de una inacción. Lograr un resultado no depende de los intentos, el compromiso hacia la acción es o no es, no se intenta. ¿Cuantas veces en el día, escucha a otros y a usted mismo(a) decir: “Lo voy a intentar” y cuando usted esta diciendo esto, ¿cree que es algo que va a suceder?. Intente recoger un pedazo de papel del suelo, sin tomarlo. Las cosas se hacen o no se hacen pero no se intentan. El resultado podría no ser el esperado, pero eso no tiene que ver con la creencia de intentar. ¿Cuántas veces ha llegado a su casa, alguien que le dice: “intentare de todas maneras llegar a la comida”?. Cuando usted realmente quiera lograr algo asegúrese que en su mente no esta presente la palabra “intentar”.

3. Jefaturas que quieren “Convencer”. Un Jefe da directrices e instrucciones no pide favores. Expresiones como: “Me podrías ayudar con esto por favor”, “Necesito que me…”, “Tengo que enviar, prepárame…..”. Cuando se utiliza ese tipo de lenguaje, el colaborador asume que esta “ayudando” y no “cumpliendo con sus funciones”, ”le esta haciendo la pega al jefe” y cuando esto sucede, las personas tienden a creer que no es su responsabilidad cumplir con lo que se le solicita, aun cuando estas actividades estén dentro de sus funciones. La próxima vez que pida algo a su colaborador, asegúrese que su vocabulario sea cortes y asertivo pero no pida favores. Limitar la cancha, establece reglas claras que permiten a los colaboradores funcionar bajo un esquema seguro y claro.

4. Expectativas. Una expectativa, es una suposición centrada en el futuro, puede o no ser realista. Las expectativas disminuyen la felicidad. Tener expectativas de que alguien haga algo como usted lo espera, sin haber sido explícito(a), puede generar mucha frustración. Si quiere que algo suceda, asegúrese que ha sido claro(a) y explícito(a), no presuponga nada.

5. Falta de Convicción. Una convicción es la seguridad que tiene una persona de la verdad o certeza de lo que piensa o siente. Actuar por actuar, sin tener la convicción de estar haciendo lo correcto, implica dudar y la duda lleva a la improductividad. La falta de convicción, conduce a la inseguridad. El exceso de convicción puede llevar a la inflexibilidad si se cree en una verdad absoluta. Cuando se actúa en base a las convicciones, el contexto no altera el equilibrio interno.

6. Inmadurez Emocional. Implica una perspectiva intolerante ante situaciones, generalmente incomodas. La inmadurez emocional genera dificultades para manejar el sufrimiento (dolor) la frustración (perdida) y la incertidumbre ( no saber que va a pasar en el futuro). La inmadurez emocional, impide ver con amplitud de perspectiva, no permite flexibilizar. Estimula la percepción de amenazas y riesgos inexistentes. Produce falta de empatía y asertividad, impactando en la capacidad de influir.

7. Reuniones Inefectivas. En sus reuniones de trabajo: ¿Esta conversando de estrategias y acciones correctivas o de procesos deficientes, búsqueda de culpable, explicando porque algo no funciona?. ¿Sus conversaciones apuntan al pasado o al presente y proyectando el futuro?. Si el costo de discutir un tema es más alto que el beneficio que genera, están conversando las personas inadecuadas. ¿Ha calculado alguna vez el retorno de una discusión basada en posturas y no en intereses?. ¿Cuanto le reporta a la compañía que usted tenga la razón y gane una discusión?. ¿Cuanto le cuesta a la compañía satisfacer su Ego?.

Estas son algunas de las fuentes de improductividad que están presentes en las organizaciones y si se pone a reflexionar, todas tienen un punto en común: La voluntad. Cuando existe voluntad de lograr que las cosas sucedan, siempre se encuentran soluciones y opciones para lograrlo. Pero cuando la voluntad esta ausente, siempre se encuentran obstáculos y dificultades que impiden lograrlo. Solo la voluntad de lograr acuerdos, ampliar perspectivas, negociar, tolerar, aprender nuevas ideas, aceptar la diversidad, permite crecer y crear. ¿Cuántas de estas fuentes de improductividad lo(la) están afectando? ¿Qué podría hacer para transformarlas en fuentes productivas? La próxima vez que se sienta frustrado(a) porque algo no esta funcionando como usted quiere, recuerde que lo que necesita es entrenar su voluntad para que pueda lograrlo y trascender a su frustración.

martes, 19 de julio de 2011

Empoderar: Cuando le pido a mis colaboradores que se empoderen, ¿a qué me refiero?


Está muy de moda la palabra “empoderar”, todo jefe quiere que sus subalternos se “empoderen”. Muchos procesos de coaching tienen por objetivo “que se empodere en su rol”. Pero cuando una jefatura pide esto, ¿sabe exactamente a qué se está refiriendo y qué implica?

Desde la perspectiva organizacional moderna, empoderar significa otorgar el más alto nivel de delegación a un colaborador, facultándolo para que pueda tomar decisiones y actuar, sin tener que solicitar aprobación a las instancias jerárquicas superiores, y el objetivo de este empoderamiento, es reducir la velocidad de respuesta a un cliente.

Empoderar a un colaborador presupone que éste tiene la experiencia, capacidad e iniciativa para asumir los riesgos que conlleva usar el poder de decisión, es decir, no basta con que un jefe quiera empoderar a alguien porque considere que es necesario, es imprescindible que el colaborador esté dispuesto a asumir esta responsabilidad y se sienta capaz de hacerlo.

Muchas jefaturas se quejan que han empoderado a su gente, pero ellos no han respondido a esta confianza, ya que las cosas no han funcionado como esperaban; pero donde se equivocan es que la confianza es una parte, pero para que suceda el empoderamiento, es esencial que tanto quien empodera como quien es facultado, estén de acuerdo en qué significa y estén dispuestos ambos a aportar para que esto funcione. Es así, como el jefe, no sólo debe “decretar” que está empoderando; debe estar disponible siempre para apoyar, aún en las malas decisiones para mostrar las equivocaciones y exponer diferentes criterios que pudieron ser aplicados para que se produzca el aprendizaje y se aprovechen de esta forma las experiencias, tanto positivas como negativas. Un colaborador que siente el apoyo de su jefatura, especialmente cuando comete errores, potencia sus capacidades de aprendizaje, puesto que entiende que equivocarse es parte del proceso y tiene salidas positivas.

Empoderar desde la perspectiva de las jefaturas, no significa “olvidarse” del colaborador, sino más bien todo lo contrario. Es importante que en una primera etapa, la persona tenga mucho feedback sobre su actuar, de manera que pueda ir corrigiendo aquellos criterios aplicados que implican mayor riesgo y menor impacto, y potencie aquellas acciones que tienen más efectividad. Un jefe que no apoya a su gente cuando la empodera y le acompaña en el proceso, no está persiguiendo favorecer al cliente, sino más bien, intenta lograr cosas sin participar del proceso y en el caso del empoderamiento, esto no es posible, ya que dado que existen riesgos implícitos al trasladar el poder de acción y decisión, requiere de mayor observación inicial.

Muchas personas que han sido invitadas a empoderarse, sienten que todo va bien, en tanto las cosas funcionan y las jefaturas pueden mostrar que han sido efectivas, pero cuando algo no resulta, repentinamente todo cambia y este jefe que transmitía mensajes motivadores y de reforzamiento positivo, se convierte en un crítico, que muchas veces llega a “amenazar” al colaborador con frases tales como: “me parece que no estás siendo capaz de hacerte cargo de esta responsabilidad”, “avísame para sacarte del rol”. ¿Qué cree que sucede, cuando alguien que está en pleno proceso de creer en sus capacidades, ponerlas en acción, que está aprendiendo criterios para resolver, y se encuentra motivado para cumplir su rol lo mejor posible, escucha esto?, ¿qué pasa con su motivación?

Mucha gente en este punto abandona y pone en duda sus capacidades, creyendo que el jefe tiene razón y no son capaces, pero la mayoría de las veces, lo que ocurre es que los propios jefes tienen muchas inseguridades que impiden que la persona avance en su empoderamiento. Otras veces, es necesario redefinir las responsabilidades y contextualizarlas a lo que el colaborador puede manejar, sin ponerlo en riesgo. Y otras, es necesario comprender que el colaborador a pesar de tener toda la voluntad para empoderarse, no tiene las capacidades necesarias y en estos casos, es muy lamentable, pero la persona no puede seguir en el rol. Lo importante es que las personas entiendan en qué parte del proceso están, para que en caso de que algo falle, sean capaces de entender qué sucedió y puedan tomar las decisiones correspondientes. Es así que cuando alguien ha sido empoderado pero no logra resultados, debe ser capaz de comprender qué requiere hacer para que en una próxima oportunidad las cosas vayan mejor.

¿Por qué falla el empoderamiento?

Existen muchas razones por las cuales empoderar a una persona o equipo falla. La principal, desde mi perspectiva, se produce por la creencia equivocada que tienen los jefes, que empoderar es conseguir que la gente asuma su rol, actuando como ellos mismos actuarían o como “socialmente es bien visto actuar en ciertos niveles organizacionales”, sin respetar los estilos individuales. Cuando esto pasa, se producen expectativas de las jefaturas que la gente actúe de una forma en la que no pueden hacerlo, porque no tienen un estilo de personalidad que les facilite comportarse de una determinada forma. Recuerdo haber escuchado a un jefe decir a un colaborador “tienes que ‘mostrarte’, “debes imponerte y ser más agresivo, sino la gente pensará que eres muy inseguro”, y al dar este consejo, el jefe está proyectando sus propias inseguridades y traspasándolas a su colaborador, sin que este comentario tenga nada que ver con la efectividad del empoderamiento. Para lograr que un cliente quede satisfecho y tenga resultados, no necesita una contraparte que le asegure agresividad, sino más bien todo lo contrario.

Muchos jefes además tienen temores que impactan el verdadero empoderamiento. Por una parte está el discurso de que la gente debe actuar y decidir en forma autónoma, pero por otra, no otorgan las facultades reales de hacerlo, ya que creen que al traspasar la autoridad y el control, los colaboradores podrían convertirse en una amenaza que les haga perder su autoridad. Entregan la “chequera”, pero sin la firma. En este caso el empoderamiento es una falsa práctica. Nadie puede hacerse cargo, si no tiene la información necesaria y el respaldo adecuado.

En este sentido, me ha tocado observar a muchas jefaturas empoderar a su gente en aquellos temas en los cuales no quieren involucrarse y normalmente consideran “cachos”. Quieren que las personas se hagan cargo de aquellos tópicos que no quieren resolver ellos mismos y trasladan la autoridad para solucionar ciertos conflictos, más que enfocarse en optimizar la velocidad de respuesta hacia los clientes, que es la finalidad del empoderamiento. Desde esta perspectiva cabe preguntarse, y ¿para qué un empleado se sentiría interesado de empoderarse, si lo que recibe es poder para hacerse cargo de problemas? Posiblemente visto así, el empoderamiento es una fuente de problemas que nadie quiere y muchas personas frente a desafíos de hacerse cargo de más responsabilidades, optan por no tomarlas y mantenerse en una posición de menos exposición.

¿A quiénes empoderar?

Por esto, el empoderamiento no funciona con todas las personas. Es necesario que los colaboradores tengan la inquietud de asumir riesgos como motivación personal. Existen ciertos requisitos que deben darse para que las jefaturas puedan tener mayor posibilidad de tomar una buena decisión. Dentro las principales variables a considerar se encuentran:

• Las personas deben tener acceso a la información necesaria que le permita conocer las consecuencias de tomar una decisión. Esto implica, confianza plena en las personas a las cuales se facultará.
• Experiencia y capacidad de asumir riesgos. Las personas deben tener la capacidad de asumir ciertos riesgos basados en su experiencia y tomar decisiones oportunas.
• Delegación efectiva de la autoridad. Implica que las jefaturas no envíen al colaborador a situaciones límites sin tener los permisos adecuados para intervenir.
• Buena comunicación con las áreas internas para que el colaborador conozca a quien está en contacto con el cliente y tenga llegada a éste, para resolver los conflictos que se presenten. El colaborador debe estar validado por las áreas.
• Apoyo y respaldo de todas las iniciativas, siempre, aún en las equivocadas. Tanto si el colaborador acierta o se equivoca, debe saber sentirse respaldado.
• Ambiente que fomente la iniciativa y flexibilidad organizacional que permita al colaborador decidir alternativas que se adapten a las necesidades del cliente, aun cuando pueda no estar 100% de acuerdo con los procesos.
• Actitud de servicio, es imprescindible que el colaborador esté orientado a hacer todo lo posible por satisfacer a un cliente, sin que ello implique perjudicar a la organización.

Beneficios de empoderar

Los beneficios de desarrollar organizaciones orientadas al empoderamiento son muchos, pero básicamente existe ciertas ventajas en la retención de talentos y en la generación de valor agregado a los clientes. Los beneficios más significativos son:

• Conservar colaboradores valiosos en las empresas.

• Estimular la motivación de los colaboradores.

• Ser más eficaces y eficientes en el cumplimento de los objetivos individuales y organizacionales.

• Desarrollar un sentido de autoestima, pertenencia y autonomía por parte de los colaboradores.

• Facilitar el desarrollo de habilidades de comunicación y resolución de problemas.

• Incentivar la participación.

• Reconocer las competencias.

• Resolver los problemas del cliente a mayor velocidad.

• Generar soluciones creativas y facilitar que el colaborador desarrolle relaciones de confianza con los clientes.

Si usted percibe que a pesar de haber facultado a su gente, las cosas no funcionan, puede ser que le dio las herramientas a las personas incorrectas que aún no tienen la madurez requerida. Si las cosas funcionan, pero no según sus expectativas, posiblemente esté esperando que su gente resuelva las cosas de una forma distinta, que si lo revisa, puede que sean criterios igualmente efectivos a lo que usted podría resolver por sí mismo. De eso se trata empoderar, confiar en que otros pueden actuar igual o mejor que usted mismo lo haría, de manera de contar con equipos integrados por personas realmente efectivas que generen los resultados esperados.

lunes, 20 de junio de 2011

Cargos V&S Roles - ¿Su empresa necesita gente que cumpla metas o que cumpla sueños que aseguren el crecimiento?



Hace algunos días durante un Taller, comentamos con varios de los participantes, que nuestro recuerdo de la educación que tuvimos es que fue muy poco colaborativa, y los trabajos en equipo no eran mas que un ejercicio donde un par de personas trabajaba y el resto se deshacía en excusas, para que finalmente el equipo tuviera una nota grupal y poco importaba quien había hecho que, siempre se subvencionaba a los “ocupados” y los verdaderos talentos, se mantenían en el anonimato ya que por lo general, eran muy bajo perfil y nunca reclamaron esta injusticia.

Más tarde, en los inicios de nuestras carreras profesionales, nos topamos con jefaturas muy directivas, que nos acostumbraron o ¿convencieron? que ser un “buen soldado” y acatar las órdenes, era una buena opción si uno quería hacer carrera, y quedarse en una empresa, era algo así como comprarse un pasaje a la seguridad y la estabilidad del futuro. Nuestra vida estaba basada en lograr la estabilidad. Muchos de nuestro jefes, a pesar de ser muy duros, nos enseñaron que ese tipo de autoridad también tiene su lado bueno y nos formaron en la disciplina y la responsabilidad, y fue el gran aprendizaje; normalmente eran personas tan inteligentes y políticamente hábiles, que nunca se nos ocurrió revelarnos. Nos formamos así, haciendo lo que nos pidieron que hiciéramos y sintiéndonos muy reconocidos cuando hacíamos lo que nos pedían, nos convertimos en expertos en leerle la mente al jefe, adivinar y anticiparse a lo que fuera a pedir, solo para satisfacerlo.

Hoy día mirando en retrospectiva, podemos ver que si bien este desarrollo nos permitió a muchos acceder a buenas oportunidades profesionales, el costo fue que se aplacó nuestra capacidad de generar ideas propias y proponer cambios. Nuestro potencial creativo y de innovación siento que fue drásticamente aplastado. Muchos impulsados por los cambios que fueron surgiendo en el mundo, decidimos “reinventarnos” y fue un proceso de gran costo personal, parecido a la crisis de la mitad de la vida anticipada, aquella que tenemos todos los seres humanos cuando sentimos que hemos estado invirtiendo tiempo de nuestra vida en cosas que no nos satisfacen mas.

Estos recuerdos surgieron cuando estábamos reflexionando sobre que hace que algunas personas tengan la capacidad de aportar a las organizaciones mas allá de su cargo y otras sólo cumplen con lo que se le solicita, cumplir hoy día no basta y esta brecha es la que normalmente las jefaturas refieren como “falta de empoderamiento” de sus primeras líneas.

Hoy día el cargo es una mirada vertical, en la cual, muchos gerentes y sus equipos, observan la empresa como un conjunto de islas que en la medida que logren metas, están cumpliendo con su rol gerencial. No obstante lo anterior, si bien es una mirada factible, lo que hace que las organizaciones se mantengan en crecimiento actualmente, proviene de la mirada horizontal, en la cual se ve la empresa como un conjunto de áreas interconectadas en las cuales se producen sinergias que permiten aprovechar todo el potencial del aprendizaje colectivo, desde esta perspectiva, los gerentes y sus equipos desempeñan las funciones de sus cargos para lograr las metas y objetivos del área y aportan valor agregado a las instancias en que la empresa requiera, desarrollando el rol para el cual están más preparados.

Desempeñar un cargo implica desarrollar funciones; las funciones le llevan a ejecutar tareas que tienden la gran mayoría de las veces a actividades individuales, las cuales cuando no se cumplen, generan conflictos, e instan a los equipos a enfrentar problemas y se enfocan en resolverlos para lo cual se preparan equipos para ejecutar y si todo sale bien se logran las metas de área.
Desempeñar un rol por su parte, implica potenciar los talentos que permiten desarrollar competencias que se ponen generosamente a disposición del resto del equipo, los cuales cuando enfrentan dificultades, se enfocan en conversar sobre las opciones para generar soluciones que se ponen en mano de equipos efectivos innovadores, quienes cumplen con sus metas de área y apoyan a la empresa en el logro de metas corporativas. ¿Se da cuenta de la gran diferencia que implica desempeñar un cargo o desempeñar un rol?

Desempeñar un rol va mucho mas allá de las funciones del cargo, implica poner a disposición de la organización todas las habilidades y competencias que cada persona posee como potencial de manera de minimizar la improductividad y aprovechar al máximo las capacidades de cada persona. Nos educamos en un contexto que no favoreció potenciar las habilidades de aportar desde nuestros talentos, pero los talentos están ahí y solo basta con identificarlos y comenzar a utilizarlos.

Le invito a identificar su potencial y comenzar a desempeñarse desde la mirada horizontal del rol; lo mas probable es que se de cuenta que ha estado mucho tiempo cumpliendo con una lista de actividades que a estas alturas domina, pero que ya no le motivan, en tanto cuando comience a aportar desde su potencial, podrá darse cuenta que la motivación surge mucho mas fácilmente cuando entiende el sentido de desempeñarse bajo un potencial, mas aun, cuando vea el impacto que tiene para la organización que usted esta apoyando a mantener en el tiempo.

Una buena forma de identificar cual es el papel que usted esta jugando en su organización es preguntarse si en sus reuniones gerenciales, ¿se esta conversando de estrategias y acciones correctivas? o se centran las discusiones en los procesos deficientes, se buscan culpables, se explican las cosas que no están funcionando y se explican las desviaciones de los resultados sin conectar éstas, con las estrategias que serán cambiadas para alcanzar dichos resultados?

¿Usted esta cumpliendo con su cargo y haciendo lo justo que se espera para lograr sus metas o esta aportando valor a su organización para llevarla al crecimiento sostenible? ¿Es así como quiere estar?

domingo, 3 de abril de 2011

Circulos de Poder Organizacionales: ¿Esta usted preocupado, ocupado o enterado?


Me ha tocado desarrollar muchas sesiones de coaching en las cuales he tenido el privilegio de acompañar a muchos ejecutivos y entrenarlos para mejorar sus carreras profesionales y los resultados de sus equipos. Trabajar entrenando ejecutivos es una fuente de grandes aprendizajes. Es posible entender como observan y viven el mundo organizacional, cuales son sus paradigmas y perspectivas, cuales son sus estilos, que resultados obtienen de sus equipos entre mucha otra información que se obtiene de estos procesos. Un día me pregunté ¿porque algunos gerentes son tan exitosos y otros invierten tanta energía y los resultados no llegan? y me puse a reflexionar para identificar diferencias que hacen que un ejecutivo de un mismo cargo gerencial logre mejores resultados en relación a otros en igualdad de condiciones.

Mis respuestas me llevaron inicialmente a pensar en los estilos de liderazgo. Esta ya comprobado con estudios de diversas orientaciones, que las empresas mas rentables son aquellas que mantiene un buen clima, por lo tanto, el estilo de liderazgo si determina en gran medida los resultados y sin duda un gerente con mejores habilidades directivas y mas trasformacional, logra mejores resultados ya que asegura la productividad sostenida en el tiempo, manejando el clima laboral, y la satisfacción de clientes. Lo anterior, no es lo que consigue un gerente que sólo esta focalizado a generar resultados y que posiblemente en el corto plazo cumpla sus metas y las supere con creces, pero con un costo que en el corto plazo no podrá sostener y perderá inevitablemente fuerzas en sus equipos, debiendo sacrificar la calidad de atención y satisfacción de los clientes. Ningún equipo que esté permanentemente presionado por llegar a los números, estará con una buena disposición y disponibilidad para atender a sus clientes y dar una buena resolucion a sus problemas y esta misma tensión va a generar inevitablemente roces interprersonales que afecten el clima laboral en forma negativa.

Esta variable me explicó una parte de mi pregunta, pero no me convenció completamente ya que he visto muchos lideres inspiradores que manejan excelentes equipos y tienen clientes leales que están muy satisfechos, pero a pesar de ello, no logran los resultados esperados. Y es en esta parte de la reflexión donde se vinieron a mi mente, imágenes de reuniones que he observado, en la cual algunos gerentes invierten gran cantidad de energía discutiendo temas de bajo impacto que parecieran ser el centro de los problemas de los negocios y que observados desde fuera, no son más que “peleas de perros chicos”, como las denomino y que desvían absolutamente el foco de atención de los temas releventes y que desde donde yo observo, veo como el tiempo pasa y las discusiones se mantienen, sin que haya nada que cambie y en tanto más largo es el periodo de mantener estas discusiones, más tiempo quedan en la mesa los problemas sin resolver, más tiempo se desgastan las relaciones y más riesgos surgen, a partir de los resultados que decaen progresivamente sin que nadie se haga cargo verdaderamente de empezar a trabajar en las variables que impactarán en la mejora de éstos. Reunión tras reunión, los temas se repiten una y otra vez sin que nada cambie: el equipo entra en una dinámica donde todos quieren que algo cambie, pero nadie quiere involucrarse por lo que nadie se hace cargo de hacer algo diferente.

Y es en este punto donde me pregunté, ¿para que un ejecutivo desearía quedarse pegado?

Entonces surgió la respuesta que me hacia falta. Recordé que las empresas se mueven por círculos de poder, y en mi parecer, es donde realmente suceden o no las cosas y es ahí donde se unen los estilos de liderazgo con el manejo político, para realmente iniciar una carrera gerencial de excelencia. No basta con ser un líder trasformacional que lidera buenos equipos; si no se tiene acceso a la información que determina hacia donde orientar las acciones, puede suceder que excelentes gerentes, con excelentes equipos y excelentes clientes, conduzcan sus energías hacia estrategias completamente equivocadas producto de la falta de información provenientes de los círculos de poder. Es imprescindible entonces para mi, que los ejecutivos, gerentes y lideres que quieren desarrollar una carrera ejecutiva de excelencia comprendan y manejen éstos círculos de poder.

El primer círculo es el Circulo de preocupación que es donde muchas personas se quedan y justifican sus posibles incapacidades y en este espacio la persona se percibe como víctima, sin poder para influir y lograr acciones; dependen siempre de otros para resolver temas y los usan como impedimentos de avance. Es el espacio mas cómodo para las personas poco proactivas que explican su improductividad, desmotivacion, y falta de resultados, apelando a que están de manos atadas ya que sus jefaturas son deficientes, les falta lineamientos generales, no les establecen prioridades y todo lo que necesitan que pase para poder mejorar, depende de otros y no tienen ninguna posibilidad de intervenir. Las políticas corporativas son usadas como verdaderos “salvavidas justificatorios”, no se puede porque la política dice que……

El siguiente circulo es el Círculo de la influencia y es en el que se ubican las personas proactivas, aquellas que usan todas sus capacidades y habilidades para hacer que las cosas pasen e influir en los medios para articular cambios y acciones, son los protagonistas y se hacen cargo de todo lo necesario para lograr resultados. Las personas que se mueven en este círculo, tienen a achicar sus círculos de preocupación hasta un punto donde tiende a desaparecer. Escuché una vez decir a un gerente, “si hay algo que no esta en mi alcance resolver lo escalo y si sigue sin resolverse, lo elimino, quiere decir que no es problema, solo un distractor”.

Y el último círculo de poder y quizás el de más alto impacto, es el Círculo político, aquel donde la información de alto nivel fluye, donde se generan las desiciones de alto impacto y se definen las estrategias. Es el mundo donde las políticas surgen, donde esta la mente de los accionistas, las tendencias del mercado, las inversiones, las conversaciones de fusiones y compras, donde están representados los grupos económicos, las redes de contactos, las relaciones políticas de alto nivel, las redes sociales con poder de decisión, las tendencias mundiales, el poder político, la economía mundial y todo aquello que impacta el desarrollo de los negocios. A partir de este círculo, se genera todo lo que realmente interesa y es aquí donde debe estar presente de alguna forma cada ejecutivo, es el mundo a partir del cual surgen los objetivos y el sentido que genera la motivación para adherirse a ellos.

Si usted no sabe hacia donde se orienta el negocio para el cual esta trabajando desde la perspectiva política, lo que esta haciendo es cumplir con una lista de actividades y funciones asociadas a un rol, que temporalmente le da cierto estatus, jerarquía y alimenta su ego, pero desde ahí, sólo esta siendo parte de un eslabón en una cadena que conduce a la obra principal. Su rol principal es asegurarse que cuenta con la mayor cantidad de información posible proveniente de este circulo político, para orientar sus esfuerzos en traspasar esta información a estrategias que determinan los objetivos de sus equipos para dejarles a éstos, la tarea de convertirlos en acciones. Usted debe ser un canal de comunicación entre las altas estrategias y las mas pequeñas acciones de su equipo para que todas estén alineadas hacia un objetivo común, y que si se da cuenta, no corresponde a la meta que le puso su jefatura para este año, es algo que va mas allá de los números.

Que no le pase que en tanto usted esta discutiendo y desgastándose en una reunión por un proceso que percibe que un área esta haciendo mal o esta empecinado de buscar al culpable de que un cliente se haya molestado y del cual ha recibido una queja, otros estén explorando los círculos políticos y obteniendo la información que a usted quizás le haga falta para evitar que ese cliente vuelva a tener un inconveniente o lo que es peor, que esta pasando un mal rato por un cliente que dejó de ser parte del segmento al que la compañía quiere orientarse y usted no esta enterado.

¿Donde cree usted que debe invertir su tiempo y energía? ¿en preocuparse, en ocuparse o en enterarse?


Claudia Jaramillo Torréns
Coach Integral Corporativo
International Coaching Community
web: www.claudiajaramillo.cl
http://coachintegralsistemico.blogspot.com

martes, 22 de marzo de 2011


Durante muchas décadas hemos escuchado hablar de trabajo en equipo, equipos de alto rendimiento, equipos de alto desempeño, liderazgo efectivo, comunicación efectiva de alto nivel, entre muchas de las formas usadas para referirse a la interacción de personas que trabajan juntas. Lo que surge como imágenes cuando se evoca alguna idea de equipos de esta naturaleza, son equipos deportivos, personas intentando equilibrarse en balsas de rafting, otras avanzando en una cuerda suspendida en el aire, o lanzándose al vacío de espalda para desarrollar la confianza, venciendo los miedos y desafiándose a sí mismas; tambien se evoca a personas compartiendo información personal para “conocerse mejor” y poder así, “colaborar mejor”, pasando por momentos catárticos, de alto contenido emocional que para algunas disciplinas de desarrollo personal son un camino necesario para que las personas puedan descubrir sus talentos y resurgir fortalecidos para extraer el potencial alojado en alguna parte del interior y, así, la promesa es que podrán ser muy efectivos en todos los ámbitos de la vida; debaten casos de otras empresas, disfrutan de paseos de integración, efectúan cursos, talleres, y un sinfín de dinámicas que tienen la finalidad de convencer a cada individuo de la incidencia de colaborar y trabajar en equipos y posiblemente hasta logre reproducir exactamente las dinámicas de conflictos que en su contexto laboral ocurren, pero y ahora que sabe qué le sucede, ¿cómo lo resuelve?

A estas alturas, usted ha invertido mucho tiempo y dinero y lo invito a reflexionar si podría asegurar que su inversión rentó lo que esperaba… Hoy día, ¿son más efectivos sus equipos?, ¿trabajan más unidos?, ¿la gente es más productiva y obtiene mejores resultados? ¿Están los trabajadores realmente focalizados en las actividades que brindan mayor valor agregado?
Posiblemente las respuestas le sorprenderán. Ningún líder se hace en un taller o una actividad de integración, así como ningún equipo surge de un fin de semana de compartir experiencias emocionalmente enriquecedoras. No quiero decir con esto que estas iniciativas no sirvan para las personas y los equipos, de hecho, ayudan mucho a la integración y para conocer a los colaboradores en otros planos, generándose “confianzas personales”, pero no es suficiente. Los equipos se forman por personas que “confían profesionalmente”, valoran el aporte y la contribución complementaria y se respetan. Dicho de otra forma, las actividades de integración, rompen el hielo y permiten superar miedos y desconfianzas sin fundamentos, pero un equipo no fracasa por los miedos y fobias de sus integrantes.

Imagine que usted es un trapecista y que está suspendido en el aire próximo a soltarse para que su compañero de acto -en pleno vuelo- lo tome y lo traslade al otro extremo de la pista en uno de los instantes más riesgosos de su actuación, ¿en quién preferiría confiar?, ¿en su mejor amigo o en el mejor trapecista? Si su prestigio profesional depende de la contribución de otros, ¿a quién cree usted que escogería como colaborador?. La confianza es clave; en un equipo sucede que en algún momento al igual que un trapecista, es necesario soltarse y confiar que el colaborador o compañero va a cumplir con su rol y hará su parte, para asegurar el éxito de ambos. Esta confianza surge cuando las personas tienen la seguridad y el respeto hacia los otros, porque valoran y reconocen su aporte. Esto no implica que no se cometan errores, porque siempre es posible que aún con mucha pericia el trapecista no consiga llegar y el compañero caiga a la red, pero, es necesario para recuperar la confianza, analizar que fue lo que sucedió y generó el error para “aprender” y optimizar la sincronia.

Un equipo es efectivo cuando conecta e integra el conocimiento de los modelos que sustentan las buenas prácticas de los equipos efectivos, con la toma de conciencia y autoconocimiento de las conductas que deben ser cambiadas para mejorar las habilidades y desarrollar nuevas competencias. El gran desafío para la generación de equipos realmente efectivos, es hacer que cada persona comprenda cuál es su valor y contribución que hace que complementarse con otras personas tenga sentido para lograr un objetivo común.

¿Qué es un equipo efectivo?


Un equipo sólo existe cuando tiene un objetivo común, una meta que cada integrante en forma individual no puede conseguir. Que un equipo se convierta en efectivo, depende de la mentalidad de sus líderes e integrantes para modificar los paradigmas, incorporando las nuevas prácticas de los equipos de trabajo del siglo XXI, los cuales son autodirigidos, tienen alta autoestima, sentido de pertenencia y motivación y se orientan a crear soluciones creativas e innovadoras a través de las cuales obtiene los resultados. Un equipo efectivo es liderado por alguien que puede entregar poder de decisión y acción a su primera línea, sin perder su autoridad, control y responsabilidad final por los resultados. Para que exista un equipo efectivo debe haber, por una parte, un líder que fomente el Empowerment, que significa, entregar a cada persona de su equipo, la confianza en que lo que sabe, lo puede usar para hacerse cargo de sus responsabilidades y, por otra, colaboradores que se hacen cargo y que entienden que empoderarse no implica hacer más cosas, sino usar la experiencia y aplicarla.

En un equipo efectivo, es fundamental conocer los estilos de sus integrantes para identificar cuál es el rol que debe cumplir en el equipo. Es así como se observa que dependiendo de los estilos y tendencias naturales de las personas, algunas son excelentes para cuestionar al equipo, otras son muy buenas para tener ideas, otras para mejorar ideas ajenas, otras para analizar ideas y otras para planear su implementación. La creatividad en equipo tiene etapas muy definidas, es un proceso, no un acto espontáneo, por lo que es importante que un equipo se entrene en estas etapas y las apliquen en sus interacciones reales para transformarlas en formas de trabajo. En el próximo artículo revisaremos el proceso creativo y cómo se aplica en los equipos de trabajo.

Mitos de los equipos

Existen muchos mitos en torno a los equipos, se dice que “el trabajo en equipo es más efectivo que el trabajo individual”, que “trabajar en equipo es lo más efectivo”, que las personas se desarrollan mejor con “aprendizaje de la aventura” en actividades provenientes de las metodologías outdoor, se dice que “a las personas les gusta trabajar juntas”, que en los equipos “cuantos más sean, mejor” y que “a mayor compromiso, mejores resultados” y si un equipo falla normalmente se expresa que “si un equipo no está motivado, está fallando el liderazgo”.

Todas estas ideas son escuchadas a diario en nuestras organizaciones, pero en el siglo XXI no son más que paradigmas que van de salida porque ciertamente si las personas tuvieran la capacidad de resolver dificultades y desarrollar acciones a la misma velocidad que lo hace un equipo, sería más efectivo que lo hicieran en forma individual. Estamos obligados a colaborar porque hoy día los negocios van a una velocidad que hace imposible que una sola persona pueda hacerse cargo, y si bien somos seres sociales y tendemos a buscar el estar con otras personas, a nivel laboral, muchas personas deben hacer grandes esfuerzos para poder colaborar y/o delegar, básicamente porque tendemos a creer que nuestra forma de hacer las cosas es la mejor y en esta creencia las ideas de los otros son impedimentos para obtener resultados rápidos. Finalmente, estos paradigmas dan al líder un poder sobre el cual no tiene influencia y es así que, si un colaborador no quiere desarrollarse, por mucho que intente el líder, no va a conseguir resultados satisfactorios; la motivación puede estimularse pero no generarse, surge del sentido y la fuerza de voluntad y ambas son fuerzas internas del ser humano, lugar donde sólo cada persona llega.

¿Por qué fallan los equipos?

Si pensamos que a las razones que tradicionalmente le adjudicamos las causas de las fallas de los equipos hoy son paradigmas, ¿cuáles son entonces las principales variables que impactan la efectividad de los equipos? Lo que observamos en los procesos de coaching, es que recurrentemente están asociadas a la falta de claridad, visión, estrategias, sentido y ganancias colectivas. Asimismo, los equipos suelen estar integrados por personas de distintas generaciones, lo cual produce dificultades adicionales, producto de las brechas que la tecnologia ha ido generando. Las variables más relevantes a mí entender son:

1. ¿Cuál es nuestro objetivo?

Muchos equipos no tienen claros sus objetivos, por lo tanto, “ no saben lo que deben hacer.”
Otros no comparten los objetivos -y por ende- sienten desmotivación y desinterés en el logro de los objetivos. Algunos equipos no tienen clara la visión, estrategias o conocimientos y no saben cómo hacerlo. Finalmente, algunos equipos desvalorizan del objetivo grupal, lo cual les hace creer que hay otras cosas más importantes.

2. Desconocimiento del poder de la sinergia

Los equipos desconocen que la sinergia es la suma de energías individuales que se multiplica progresivamente, mediante acciones y creaciones colectivas; es unión, cooperación y concurso de causas para conseguir resultados y beneficios conjuntos; es concertación en pos de objetivos comunes y es un gran impulsor del logro de resultados.

3. Gerentes que se quedan con la pelota

Si un líder responde más de lo que pregunta, la pelota está en su lado, y cuando la pelota está de su lado, hay colaboradores que no están desarrollando acciones, asumiendo responsabilidades ni incorporando aprendizajes. Si responde más de lo que pregunta, existe un problema en su equipo.

4. Soberbia grupal

Creen que su forma de hacer las cosas es mejor y no aceptan nuevas perspectivas que puedan aportar, se vuelven ciegos.

5. Desconfianza grupal

Creen que su manera de hacer las cosas no funciona porque han tenido muchos fracasos históricos y no han sido capaces de hacer el aprendizaje de los errores, por lo tanto, trasladan esta frustración hacia las personas y sus competencias.

6. Ausencia de consecuencias

No hay consecuencias positivas o negativas claras, para lograr o no las metas que llevan al objetivo. Tanto si consiguen los objetivos, como si no, nada sucede, por lo tanto, no vale la pena esforzarse.

7. Liderazgos poco inspiradores

Muchos líderes creen que la gente que trabaja para sus áreas no debe impulsar sus propias ideas, sino en equipo apoyar las suyas. Se sienten dueños de la verdad y no permiten el aporte y crecimiento de sus colaboradores, más bien, los perciben como amenazas.

8. Incentivos perversos

Muchas personas y equipos son “castigados” por hacer lo que se supone que deben hacer y terminan subvencionando a las áreas de más bajo rendimiento para “apoyar los números corporativos”. Muchas veces cumplir con las metas implica que se incrementan inorgánicamente y produce un desmotivador organizacional. No vale la pena lograr los resultados si en vez de reconocerme, me suben el nivel de exigencia, pero no los recursos para hacerlo.

9. Falta de autonomía

Se les entrega un objetivo para lo cual deben enfrentar obstáculos fuera de su control. Muchos equipos “tienen la billetera pero no pueden gastar si no se les autoriza”, la falta de autonomía para decidir oportunamente, puede generar grandes fallas en los equipos.

10. Inmadurez emocional

Algunos integrantes tienen limitaciones personales o emocionales que impiden las relaciones sanas y,por tanto, el buen desempeño. El equipo debe destinar sus energías a desarrollar las acciones que permiten llegar a los resultados y no puede desgastarse en relacionamientos emocionalmente inmaduros que hacen poco fluida la comunicación.

11. “Los súper del equipo”

Si al interior del equipo existen personas que se auto-perciben “mejores” y creen que gracias a ellos el logro de resultados es posible y sienten que las cifras son lo más importante, por lo que descuidan el proceso, perjudicando mucho el funcionamiento del equipo.

12. Claridad de roles y habilidades asociadas

Si los roles al interior del equipo no están claros y las responsabilidades no se asignan de acuerdo a la contribución que cada persona aporta mejor, pueden quedar acciones que no se ejecutan y quedan en “tierra de nadie” y sobre las cuales nadie se hace responsable.

¿Por qué es importante contar con equipos efectivos?

“Las organizaciones que incorporan prácticas colectivas de aprendizaje como habilidad clave, están bien preparadas para prosperar en el futuro. Su éxito está directamente relacionado con su habilidad y capacidad para aprender. Las organizaciones inteligentes tienden a ser laboratorios experimentales, en donde las experiencias reales son el mejor escenario para aprender como analizar y dar solución a los problemas que se presentan en los proceso de negocios que deben enfrentar”. (Peter Senge). Los equipos efectivos tienen como habilidad central, su capacidad de aprender y esta habilidad es la que permite diseñar soluciones creativas e innovadoras y aprovechan todo el conocimiento colectivo, y estas soluciones son siempre mucho más veloces que las opciones que podría generar una persona en forma individual. Las empresas necesitan desarrollar estas capacidades para poder conservarse competitivos en sus mercados y facilitar su crecimiento, condición necesaria, además, para retener el talento de las nuevas generaciones.

Despúes de leer este artículo, ¿cree usted que debe mejorar algo en sus equipos?, ¿es usted un líder o integrante de un equipo efectivo?

En el próximo artículo analizaremos cómo funciona el proceso creativo en los equipos efectivos y qué impacto tiene en éstos el contar con “estrellas”, aquellas personas que tienen resultados sobresalientes, muy por sobre el resto del equipo… ¿Cree usted que es un elemento motivador?

jueves, 17 de marzo de 2011

Los dos Halcones


Un rey recibió como obsequio dos pichones de halcón y los entregó al maestro de cetrería para que los entrenara. Pasados unos meses, el instructor le comunicó que uno de los halcones estaba perfectamente educado, pero que no sabía qué le sucedía al otro: no se había movido de la rama desde el día de su llegada a palacio, e incluso había que llevarle el alimento hasta allí. El rey mandó a llamar a curanderos y sanadores de todo tipo, pero nadie pudo hacer volar al ave. Encargó entonces la misión a miembros de la corte, pero nada sucedió; por la ventana de sus habitaciones, el monarca veía que el pájaro continuaba inmóvil. Publicó por fin un bando entre sus súbditos solicitando ayuda, y a la mañana siguiente vio al halcón volar ágilmente por los jardines. - Traedme al autor de ese milagro -dijo. Enseguida le presentaron a un campesino. - ¿Tú hiciste volar al halcón? ¿Cómo lo lograste? ¿Eres mago, acaso? Entre feliz e intimidado, el hombrecito explicó: - No fue difícil, Su Alteza: sólo corté la rama. El pájaro se dio cuenta de que tenía alas y se lanzó a volar.

¿Sabes que tienes alas?

¿Sabes que puedes volar?

¿A qué estás agarrado?

¿De qué no te puedes soltar?

¿Qué está esperando tu rama para romperse?

¿Quién o qué la puede cortar?

¿Cuáles son las razones que hoy te impiden levantar vuelo?

¿Qué estás haciendo importante?

Tenemos sueños, queremos resultados extraordinarios, buscamos oportunidades pero no siempre estamos dispuestos a correr riesgo, no siempre estamos dispuestos a transitar caminos difíciles o incómodos. Nos conformamos con lo que tenemos, creemos que es lo único y posible y aprendemos a vivir desde la resignación.

Esta linda metáfora nos muestra que muchas veces nos acomodamos, nos acostumbramos y sin darnos cuenta nos adaptamos a la incomodidad que pasa a ser nuestra forma normal de vivir, pero en este acostumbrarse se nos olvida que tenemos el poder de hacer los cambios para pasar a un nivel siguiente que nos desafíe a salir del adormecimiento e impulse nuestra vida hacia la generación de energía y las fuerza desde las cuales surge la motivación del cambio.

¿Cuantas veces al día estas dando gracias y cuantas estas reclamando?, si reclamas mas de lo que agradeces, posiblemente debas revisar desde donde surgen estos reclamos, hacia quien son y de que forma puedes influir para terminar con ellos.

miércoles, 26 de enero de 2011

La Mayéutica del Coaching Aplicada al Rol Gerencial


¿Se ha dado cuenta que muchos conflictos pueden ser manejados magistralmente haciendo la pregunta correcta, en el momento oportuno? Imagine la siguiente situación, dos niños peleando por una naranja, una madre (padre) que no conoce el poder de las preguntas, tomaría la naranja y la partiría en la mitad, dándole una parte a cada uno y pensaría que el problema esta resuelto. Una madre (padre) que conoce el poder de las preguntas preguntaría a cada niño, ¿para que quieres la naranja? y podría descubrir que un niño quiere la cascara para hacer figuras y el otro quiere la pulpa para hacer jugo. Cada niño quedaría con lo que quiere y el conflicto seria efectivamente resuelto. Las preguntas poderosas tienen un efecto mágico, devuelven la responsabilidad donde debe estar, para permitir que quien deba reflexionar, reflexione, quien deba decidir decida y quien deba opinar opine.

Normalmente, el gerente es quien debe responder las preguntas de sus equipos y colaboradores, pero, si usted esta respondiendo mas veces de las que esta preguntando, posiblemente se quede con la “pelota en su lado” y un líder, debe ocuparse de que la pelota este siempre del lado de quien ejecuta y acciona. Un buen indicador para saber cuan bien lo esta haciendo como gerente, es preguntarse ¿cuantas preguntas respondo al día y cuantas preguntas formulo?.

Capacidad de Preguntar

Preguntar es un arte, desde tiempos muy antiguos se estableció esta capacidad como un aspecto clave para generar reflexión en las personas y lograr que puedan modificar aquellos aspectos, que interfieren es el logro de sus objetivos. Socrates propuso la “Mayeutica”, que es un método filosófico de investigación y enseñanza, el cual mediante el dialogo y las preguntas, permite sacar a la luz la verdad que se presupone esta en el interior de cada persona y es desde ahí donde surgen las respuestas a las preguntas.
De acuerdo a lo disponible en la web, la definición etimológica, Mayéutica significa parto, “hacer parir la verdad desde el interior de cada ser humano”; La técnica consiste en preguntar al interlocutor acerca de algo (un problema, por ejemplo) y luego se debate la respuesta dada. El cuestionamiento de las ideas, lleva al interlocutor a un nuevo concepto o perspectiva, desarrollado a partir del anterior. La finalidad es dar con la verdad oculta en la mente inconsciente de cada ser humano. La mayeutica es un método que se aplica con mucha asertividad y respeto, para evitar que el interlocutor pueda sentirse cuestionado en lo personal y perciba cierta “ironía “en el dialogo, el custionamiento es de las ideas y no de la persona que las tiene.
Ahora, bien en los contextos laborales, no es necesario aplicar la mayeutica como método especifico pero si es posible, usar el potencial del método que esta orientado a generar cuestionamientos representados por las preguntas para generar reflexión. Una buena pregunta, nos conduce a la puerta de la toma de conciencia y pasar por ella para mirar desde el otro lado y ampliar las perspectivas, es lo que una pregunta persigue. Un buen gerente, logra hacer las preguntas que le permiten a sus colaboradores, “darse cuenta” de que esta pasando en un momento dado y le devuelve mediante estas reflexiones, el poder de hacerse cargo y avanzar en las soluciones.

¿Que son las Preguntas Poderosas y para que sirven?

Muchas personas preguntan muchas cosas, pero preguntar mucho, no implica, preguntar en forma poderosa. No nos estamos refiriendo a personas que tienen la capacidad de “interrogar” y preguntar para “sacar información”, en cuyo caso, el interés esta puesto en su propio beneficio, sino en gerentes que tienen interés en sus colaboradores y quieren que la persona obtenga información para si misma. Las preguntas que hace el gerente se hacen para el interés del colaborador más que para la información del gerente.

Una pregunta poderosa es aquella que genera en la persona un “trance” que la lleva a acceder al inconsciente, que es donde están los significados importantes y que conllevan a reflexiones. Un persona esta en trance, cuando su mirada se fija en algún punto y su forma de hablar se vuelve más lenta y menos estructurada, muchas veces sus frases son dichas sin mucho sentido. Es el inconsciente que se esta manifestando a través del lenguaje, sin pasar por la mente consciente que es quien aporta la estructura y proceso intelectual de la información. Normalmente, las personas hablan desde su conocimiento y su mente consciente, pero ahí no están las respuestas adecuadas a problemas que no son del conocimiento. La respuesta proviene de uno mismo, no de una fuente ajena. Esto hace de la pregunta la herramienta principal para el liderazgo y le da toda su importancia.

Las Preguntas son como linternas, alumbran hacia un foco, por lo tanto, son directivas, quieren hacer que la persona mire hacia un lugar especifico y vea que encuentra ahí. Por esto es importante, que antes de preguntar, un gerente se pregunte a si mismo, ¿que es lo que estoy viendo que percibo que mi colaborador no ve?, y de que forma puedo preguntar para alumbrar esa área ciega y ayudarle a ver. También es conveniente que el gerente se pregunte, que le hace pensar que hay algo que su colaborador no esta viendo antes de presuponer que tiene la razón y verificar estas ideas.

Formular preguntas poderosas siempre persigue dar con una verdad que no esta siendo observada, pero no pretende, “instalar ideas que el gerente tiene y que quiere que su colaborador comparta”. Es importante distinguir la finalidad, para no confundir el tratar de influir con el apoyar a encontrar posibles interferencias en los colaboradores que le impiden hacer cambios. Para poder influir positivamente, primero es necesario conocer cual es la verdad de cada persona y sus motivaciones. Un gerente puede estimular la motivación, pero no puede generarla. Si alguien no quiere desarrollarse, crecer y resolver conflictos, mediante su propia motivación y fuerza de voluntad, es prácticamente imposible que un líder logre cambios. Por eso es muy importante aprender a preguntar para que cada persona pueda darse cuenta que tiene un problema respecto del cual, su líder no puede hacerse cargo y le corresponde a si mismo hacerlo.

Recuerde cuantas veces le ha pasado que ha propuesto a algún colaborador una oportunidad de crecimiento y se sorprende al ver que en vez de reaccionar con entusiasmo, manifiesta mucha resistencia a encontrar un beneficio y ve mas dificultades. Cuando esto pasa, por lo general, usted intentará explicarle que es lo que usted ve y porque cree que es conveniente para él, y entra en un dialogo desgastador de intentar convencerlo del beneficio. Ahora bien, si usted reflexiona en este momento, si alguien se resiste a aceptar una oferta, ¿que cree que esta pasando al interior de esa persona que esta haciendo que surja la resistencia antes que el entusiasmo e interés por el desafío?. Que pasaría si en vez de intentar convencerlo, usted hace las preguntas adecuadas para ayudar a su colaborador a indagar que es lo que esta haciendo que se activen sus resistencias. Usted por ejemplo podría preguntar ¿hay algo que te haga creer que no puedes aceptar este desafío? ¿Qué debería cambiar a mi oferta para que te parezca mas interesante?, posiblemente el dialogo que surja de esas respuestas sea mucho mas efectivo y las respuestas a estas preguntas puedan dar luces de cuales son los temores reales del colaborador para poder gestionarlo.

¿Cómo se formulan preguntas poderosas?

Frente a una pregunta, nuestra mente se pone a la búsqueda de una respuesta de manera inmediata, es un proceso similar a lo que sucede cuando buscamos algo en internet con Google. Existen dos tipos de preguntas que persiguen distintos objetivos y que detallamos a continuación:

Preguntas Cerradas

Permiten responder rápidamente a una pregunta concreta, evitando que la persona se desfocalice y divague. Sirven para poder definir rápidamente una situación, centrando la conversación en los focos de atención. Permiten también, “metamodelar” al interlocutor de manera de “precisar”, exactamente a que se esta refiriendo en aquellos puntos del dialogo que tienden a ser muy ambiguos o abstractos. Permite mantener concentrado a un interlocutor con tendencia a dar muchas explicaciones y mantener el foco de una conversación grupal. Son muy convenientes cuando no se dispone de mucho tiempo para poder conversar pero es necesario hacerlo.

Las respuestas a las preguntas son del tipo Verdadero-Falso, Si-No, opción a, b o c, etc. Ejemplo de preguntas abiertas son las siguientes:

• ¿Quiere decidir ahora qué medidas tomar o es aún algo pronto para ello?
• ¿Prefiere la opción A, B o C?
• ¿Va a reaccionar de manera inmediata o prefiere dejar que el asunto madure durante algún tiempo?
• ¿Le molesta esta ocurrencia o, por el contrario, se siente estimulado por ella?
• ¿Quieres conversar del tema?

Preguntas Abiertas

Las preguntas abiertas provocan que las personas deban responder por si misma, buscar, construir , recordar. Las preguntas abiertas son más poderosas ya que hacen que la persona vaya a trance y use la mente inconsciente , encuentren significados, emociones y es donde muchas veces están las verdaderas respuestas. Sirven para estimular al interlocutor a reflexionar y dejan en sus manos la decisión de los contenidos. Las preguntas abiertas deben considerar que requieren de tiempo, dado que las personas cuando se van a trance, pueden pasar un largo rato buscando e interrumpir ese proceso, puede implicar perder todo lo poderosa que fue la pregunta. En este sentido, al usar preguntas abiertas, el gerente, debe dar el tiempo adecuado para que el colaborador encuentre respuestas y es importante que sepa estar cómodo con el silencio y que evite romperlo ya que es una buena señal, significa que el colaborador está reflexionando, buscando, creando...

Algunas preguntas abiertas son:

• ¿Qué quiere hacer ante la situación?
• ¿Cuáles son sus opciones?
• ¿Cuál podría ser su próximo paso?
• ¿Qué fecha límite fijaría para esta decisión?
• ¿Qué siente al enfrentarse a una situación como esta?

En conclusión las preguntas poderosas implican:

• Hacer preguntas para que su colaborador entienda su situación y encuentre sus respuestas
• Hacer preguntas para ayudarle a descubrir por sí mismo
• Hacer preguntas orientadas hacia el futuro y soluciones
• Utilizar el silencio efectivamente

Las confianzas se quiebran cuando los errores no se clarifican desde la perspectiva de que paso y como se resolvió y las preguntas son una fuente de aprendizaje que permite lograr esta clarificación, recomponiendo las confianzas. Muchas empresas enfrentan problemas porque los conflictos nunca son analizados y los responsables nunca toman consciencia de sus errores y esto genera que el resto de los equipos desconfíen de la persona y de usted como líder al observar una baja capacidad de resolver conflictos. Un buen gerente no es el que tiene todas las respuestas, es el que sabe llegar a ellas y para eso utiliza la habilidad mas antigua del liderazgo “sabe preguntar” y se asegura que cada persona sea capaz de buscar sus propias soluciones y no le endosen el problema a usted apelando que es el gerente.

La próxima vez que perciba que esta empezando a molestarse con un colaborador que no esta siendo capaz de hacerse cargo de algo, acuérdese de Sócrates y transforme su molestia en pregunta, envíe la pelota donde debe estar para que su colaborador sea quien se la lleve, reflexione, aprenda y busque alternativas de solución sobre las cuales usted pueda contribuir a buscar la mejor, ese es su verdadero rol: usted debe gestionar talentos no ser el mejor talento.

viernes, 14 de enero de 2011

Vacaciones Conscientes


Canse su cuerpo para que descanse su mente…

Cada año en estos días, se inician los periodos masivos de vacaciones. La preparación, planificación, coordinación de fechas, lugares, actividades que logren interesar a todos los miembros de la familia, genera mucha tensión y esto sumado a la última semana de trabajo, donde todo repentinamente es tan urgente, surge una recarga de temas de última hora por resolver, que hacen ver difícil el poder “salir tranquilo(a)” de vacaciones. A esas alturas usted esta con un alto nivel de estrés. La buena noticia es que usted puede lograr recuperar sus niveles de tranquilidad, si aprovecha un 100% su periodo de descanso.

Normalmente, iniciamos las vacaciones con mucho agotamiento, producto de todo un año de estar sometido a un ritmo de vida de alta exigencia física y mental, y es el manejo de este “cansancio mental”, el que hace la diferencia en que el periodo de vacaciones sea efectivo o simplemente se traslade con sus preocupaciones a otro lugar físico. Usted requiere “desconectarse”, y esto significa suspender física y mentalmente sus actividades laborales, obligaciones y deberes normales, para dar paso a otra serie de actividades diferentes, con las cuales, se genere un cambio del foco de atención de su mente. Este cambio de rutinas, deben permitir que su cuerpo y su mente, logren recuperarse de los niveles de tensión y vayan centrando sus niveles de energía para permitir que el sistema nervioso se reorganice, reestructure, y se regenere de manera de lograr el equilibrio.

Lo principal para poder aprovechar sus vacaciones, es “estar ahí”, vivir el momento y mantenerse en cuerpo y mente, concentrado es su presente y disfrutando de sus actividades o si es que lo prefiere, practicando aquello que normalmente nos cuesta mucho hacer: “nadar”, y no en el sentido de natación, sino en el sentido del estado de “estar haciendo nada”. Siempre estamos ocupados en algo, para percibir que estamos haciendo algo útil, pareciera que en nuestra cultura el “hacer”, es sinónimo de “mejor” pero yo le pregunto, ¿cuantas veces en el año se permite simplemente “ser”?, “no hacer”, también es un estado al cual se puede acceder.

¿Qué hace que creamos que es necesario seguir conectado con el trabajo estando en vacaciones? ¿Qué tememos que pueda suceder en nuestra ausencia?

Posiblemente, creemos que podríamos “Perder el Control “y eso hace que se sienta vulnerable frente a todo aquello que no puede controlar y que escapa a nuestro ámbito de influencia. Surge la creencia que “no puedo desconectarme porque si lo hago no van a saber que hacer”, y yo le preguntaría, ¿que tipo de liderazgo esta desarrollando que no incluye el confiar en las habilidades de su equipo, como para que al menos, lo reemplacen unos días? ¿que cree que gana al establecer un contexto laboral el cual es dependiente de usted? ¿de que forma cree que puede avanzar, si su actual cargo, no puede ser reemplazado por tres semanas? ¿qué necesita mejorar, para que la próxima vez, pueda tener mas libertad de elección?. Tendemos a creer que somos tan importantes que sin nuestras intervenciones el mundo puede sufrir algún perjuicio, permítame decirle que nadie tiene tanto poder y es una fantasía auto-asignarselo, el mundo sigue girando con uno o sin uno, posiblemente por dos o tres semanas gire distinto, pero funcionará, por lo tanto, es importante, entender que puede permitirse esta “desconexión” sin sentirse amenazado y aprovechando al máximo su tiempo con su familia, por lo tanto, use su capacidad de elección que le otorga ese poder y disfrute sus vacaciones....

Antes de iniciar sus vacaciones, es conveniente solucionar el máximo de problemas pendientes. Mientras menos pendientes perciba que tiene, mas posibilidades de estar tranquilo(a) y evitar que su mente se vaya a todo aquello que olvidó hacer y pueda generarle un estado interno negativo. Esto implica hacer una lista de todas las cosas que normalmente ocurren en el periodo en que estará de vacaciones y que usted pueda dejar resueltas. Evite estar a última hora resolviendo problemas porque generará un estado de malestar que posiblemente se traspase a su familia y el inicio del periodo sea percibido en forma negativa.

Durante sus vacaciones, es importante que procure estar presente. Y estar presente no implica, que repentinamente pretenda hacer todo aquello que durante el año no pudo hacer. Tampoco implica, llenarse de actividades para mantenerse ocupado(a) usted y su familia, estableciendo una rutina tal, que se vea de pronto, continuando con su modelo habitual de funcionamiento. El descanso presupone darse el tiempo para disfrutar, para bajar el nivel de actividad mental y entrar en un estado donde la capacidad de disfrutar del “ocio”, sea un elemento central. Muchas familias, trasladan sus rutinas de un lugar a otro y con este cambio de ambiente, pretenden lograr descansar, pero muchas veces sucede todo lo contrario, porque terminan mas cansados si no logran cambiar las rutinas, para no solo cambiar de ambiente sino también de actividades.

Considere que posiblemente usted durante el año, este gran parte del tiempo fuera de su hogar, por lo tanto, es importante que al estar todo el día interactuando con su sistema familiar, establezca ciertas “nuevas” rutinas, que le permitan descansar y en las cuales el tiempo individual de cada integrante de la familia sea respetado. Cada familia, debe establecer acuerdos, que consideren todos los intereses y planificar sus vacaciones de manera que cada integrante vea sus intereses cubiertos. No se trata de “intentar recompensar el tiempo de ausencia durante el año”, en 2 o 3 semanas.

Es conveniente, que usted procure establecer un equilibrio entre disfrutar actividades familiares con actividades de descanso individual. Normalmente sucede que cuando las familias tienen integrantes menores de edad, las vacaciones se transforman en una lista de agotadoras y continuas actividades para “ cansar a los niños”, y con eso lo que se logra es terminar doblemente estresado(a) y agotado(a). Es parte del formar a los niños, el enseñarles a disfrutar del ocio y eso implica que aprendan a “entretenerse creativamente, a partir del aburrimiento”. Por lo tanto, Considere que usted debe combinar, actividades familiares grupales “entretenidas para todos”, con actividades que cada integrante desarrolle por si mismo.

Estar presente hoy en sus vacaciones es la clave y con una mentalidad de entretenerse, relajarse y disfrutar de aquello que las rutinas y obligaciones normales no le permiten. Lograr esto muchas veces no requiere dinero, ni viajes, usted podría tener un reparador descanso simplemente permaneciendo en su hogar, pero “estando” con una actitud mental diferente, donde este mas receptivo de su entorno y se conecte con sus raíces y su esencia. Darse el tiempo para conocerse. ¿Sabe usted con qué disfruta? ¿Sabe compatibilizar el ocio con el juego y prescindir del trabajo?. ¿Cuando fue la última vez que jugó bachellarato con sus hijos, batalla naval, cartas, domino, metrópolis, colgado o cualquier juego que una a la familia en torno a una mesa?. ¿cuándo se dio el tiempo para leer un libro en calma?, ¿recuerda cuando fue la última vez que hizo una caminata por la playa, o la montaña, o por su barrio?. ¿Ha notado los cambios en sus contextos? ¿ ha observado? Camine, pasee, ande en bicicleta, medite, converse, ríase, cuente sus anécdotas del año, comparta con su familia sus experiencias, recuerde los buenos momentos. Desarrolle su espiritualidad. Aliméntese en forma saludable, simplifique sus hábitos por unas semanas, gaste lo mínimo, pasarlo bien requiere de creatividad no de dinero. Estar con sus hijos, y su pareja interactuando sanamente, lo único que requiere es tiempo y disposición a disfrutar el momento. Enséñele a sus hijos lo simple, guarde la tecnología por un rato y cuando la use hágalo en forma grupal, donde integre a la familia en vez de separarla.

Finalmente recuerde que si durante el año no ha practicado deportes no ponga a prueba su cuerpo durante las vacaciones sobreexigiendolo, cuídese y esa sensato(a), el tiempo se puede distribuir en diversas actividades de manera de poder entretenerse sanamente.

Después de las vacaciones, reflexione y aprenda. ¿Hay cosas que no funcionaron como usted esperaba?, piense en que puede extraer en forma positiva de la experiencia y que puede hacer para evitar que vuelvan a suceder? Normalmente, es conveniente después de cada ciclo de vacaciones, reflexionar sobre lo mejor, lo mejorable y las ganancias de hacerlo de una forma distinta aquello mejorable, de manera que cada año, vaya aprendiendo a conocerse mejor y conocer a su familia. Reflexione en conjunto con sus hijos para enseñarles a hacerse responsables de su propio aprendizaje.

Intente volver con un día al menos de anticipación para poder retomar las rutinas de a poco. Reintégrese al trabajo en forma paulatina, lo cual no significa, en forma lenta, puede ser súper efectivo si se focaliza en sus actividades con su mente equilibrada y descansada. Intente conservar la claridad mental durante el primer periodo de reintegro laboral.


Que tenga un reponedor y entretenido descanso