miércoles, 8 de septiembre de 2010
Respiración y Espiritualidad
El cuerpo es, obviamente como mínimo, un componente indispensable de nuestra vida terrenal, pero es además, según el concepto clásico, desde el primer aliento y hasta el ultimo, la morada del alma. No es difícil concluir entonces que el cuerpo es igualmente indispensable para la exploración del plano espiritual.
Como sucede en cualquier recorrido por terrenos desconocidos, el camino es mas fácil si lo emprendemos con un cuerpo sano y fuerte, y para ello es imprescindible aprender a tratarlo con respeto, cuidado y madurez. Una persona que maltrata su cuerpo es mas un esclavo que su dueño, y eso no parece ser el mejor punto de partida si pensamos recorrer y explorar el plano espiritual.
Los expertos en el proceso respiratorio cuentan que es muy habitual encontrar en las personas demasiado racionales la tendencia a inspirar utilizando casi con exclusividad la musculatura de la parte alta del tórax (como si quisieran respirar con la cabeza), forzando el trabajo de los músculos intercostales y anulando el natural trabajo del diafragma. Esta respiración alta, al no permitir que los bronquios de la base de los pulmones se vacíen completamente, siempre deja atrapada en el pecho una cantidad de aire (llamado residual) que, al quedar retenido, nunca se renueva, ocasionando una insuficiente oxigenación sanguínea. Si esta situación se mantiene en el tiempo, los médicos sabemos que las complicaciones respiratorias pueden llegar a ser bastante graves y hasta irreversibles.
La respiración diafragmatica, en cambio, por su tipo de dinámica muscular, no solo no genera aire muerto. sino que induce y mantiene la relajación del plexo solar. La respiración acontece estrictamente en el área del cuerpo, se interrelaciona y afecta sin duda al resto del todo que somos. Hoy día existen incluso lineas de pensamiento orientalistas vinculados al yoga que buscan la conexión con lo espiritual casi únicamente a través de aprender a respirar; educar el cuerpo y la mente para que cada día dediquen tiempo y atención a la respiración. La respiración adecuada para ellos, podría ser por si sola la ruta hacia la armonía entre el cuerpo y el espíritu.
Llegar a la Cima y Seguir Subiendo. J.Bucay
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